Recuerdo sentir la calidez de la familia cuando en las navidades, días de la madre y otros eventos similares nos sentábamos a compartir la mesa con toda la familia, incluidos tíos, primos y abuelos. Lo que no era capaz de ver, era ese intento inconsciente de nuestros padres de revivir los días de su juventud. Mientras yo intentaba que esas reuniones fuesen una ocasión especial, ellos intentaban vivir algo que habían abandonado hace ya una eternidad, revivir un recuerdo del que estaban tas alejados que ahora se fundía con la nostalgia en algo que quizás fue un sueño. Intentaban, sin saberlo, volver su infancia y ser una vez más parte de una familia que dejaron atrás. Si, sus hermanos serán siempre sus hermanos, y sus padres serán siempre sus padres; pero, una vez que hubo desaparecido el trato cotidiano ya jamás volverá a ser lo mismo. Es la misma familia, apreciada de la misma forma, pero eternamente mas ajena. Tal vez en su inconsciente ellos se sentían de nuevo como se sintieron de niños, sentados a la mesa sin preocupaciones bajo el cuidado del padre, figura de sencilla autoridad que los hacía sentir seguros; y la madre, que era la amalgama que unía a la familia. Tal vez, ese era su intento inconsciente de volver a formar parte de aquella simbiosis de la que ineludiblemente el tiempo nos arranca.

Son algunos de esos momentos que quedan perdidos en nuestra memoria. Cosas mínimas de la vida que no sabemos cuanto apreciamos hasta que, años después de perderlas de una manera tan paulatina como imperceptible nos detenemos por casualidad a recordar y caemos en cuenta de cuanto cambia la vida, a pesar de que a veces sintamos que todos los días son iguales, con el tiempo llegamos a vivir realidades totalmente diferentes nuestras propias realidades. Estamos, desde ese punto de vista, condenados a vivir eternamente hundidos en la melancolía de tiempos que nunca vendrán. Lamentarlo no tiene sentido, pero cabe preguntarse: sabemos apreciar esos detalles mínimos pero irrepetibles que, con el tiempo extrañaremos? esas pequeñas cosas que no nos hacen diferencia ahora pero que, una vez que no las tengamos (ni puedamos volver a tenerlas) desearemos en vano repetir?